El granizo puede durar pocos minutos y destruir cosechas enteras, arruinar las plantas, debilitarlas y hacerlas presa de infecciones virales: en unos momentos echar a perder el trabajo de años.
La instalación del sistema antigranizo es la solucción ecológicamente más compatible, permite asegurar la programación del proprio trabajo, sin sucumbir a la catástrofe natural. La inversión se amortiza a largo plazo.
Las mallas tienen vida elevada incluso y expuestas a repetitivas granizadas u otras disfunciones ambientales.