La excesiva exposición a los rayos del sol es un riesgo para la calidad de la cosecha.
Las variaciones climáticas y el constante aumentar de las temperaturas medias suman ulteriores incertezas.
La malla filtra la cantidad de luz optimal para la calidad de la cosecha. La acción contra el viento y el efecto invernadero protegen los cultivo de los estreses atmosféricos.
Además atenua las fuertes excursiones térmicas protegiendo plantas y frutos de este tipo de shocks.
Mantiene la humedad relativa a niveles deseados. Las mallas son ligeras, manejables, de sencillo utilizo e instalación. Su ciclo de vida util se extiende en una pluralidad de campañas, tal de permitir fácilmente la amortización de la inversión efectuada.